martes, 12 de mayo de 2015

Parálisis cerebral
Es un grupo de trastornos que pueden comprometer las funciones del cerebro y del sistema nervioso como el movimiento, el aprendizaje, la audición, la visión y el pensamiento.
Hay algunos tipos diferentes de parálisis cerebral, entre ellas: espástica, discinética, atáxica, hipotónica y mixta.


Causas
La parálisis cerebral es causada por lesiones o anomalías del cerebro. La mayoría de estos problemas ocurre a medida que el bebé crece en el útero, pero se pueden presentar en cualquier momento durante los primeros dos años de vida, mientras el cerebro del bebé aún se está desarrollando.
En algunas personas con parálisis cerebral, partes del cerebro se lesionan debido a los niveles bajos de oxígeno (hipoxia) en el área, pero no se sabe por qué ocurre esto.
Los bebés prematuros tienen un riesgo ligeramente más alto de padecer parálisis cerebral, la cual puede ocurrir también a comienzos de la lactancia como resultado de diversas afecciones como:
Ø Sangrado en el cerebro
Ø Infecciones cerebrales (encefalitis, meningitis, infecciones por herpes simple)
Ø Traumatismo craneal
Ø Infecciones en la madre durante el embarazo (rubéola)
Ø Ictericia grave
Ø En algunos casos, la causa de la parálisis cerebral nunca se determina.

Síntomas
Los síntomas de parálisis cerebral pueden ser muy diferentes entre personas con este grupo de trastornos. Los síntomas pueden:
Ser muy leves o muy graves
Comprometer sólo un lado del cuerpo o ambos lados
Ser más pronunciados ya sea en los brazos o las piernas o comprometer brazos y piernas
Los síntomas por lo regular se observan antes de que un niño cumpla dos años de edad y, algunas veces, empiezan incluso a los 3 meses. Los padres pueden notar que su hijo está retrasado en su capacidad para alcanzar algo y en las fases de desarrollo como sentarse, girar, gatear o caminar.
Hay varios tipos diferentes de parálisis cerebral y algunas personas tienen una mezcla de síntomas.
Los síntomas de la parálisis cerebral espástica, el tipo más común, abarcan:

Músculos que están muy tensos y no se estiran. Incluso se pueden tensionar aun más con el tiempo.
Marcha (caminar) anormal: brazos metidos hacia los costados, rodillas cruzadas o tocándose, piernas que hacen movimientos de "tijeras" y caminar sobre los dedos.
Articulaciones rígidas y que no se abren por completo (llamado contractura articular).
Debilidad muscular o pérdida del movimiento en un grupo de músculos (parálisis).
Los síntomas pueden afectar un brazo o la pierna, un lado del cuerpo, ambas piernas o ambos brazos y piernas.
Los siguientes síntomas pueden ocurrir en otros tipos de parálisis cerebral:
Movimientos anormales (torsiones, tirones o contorsiones) de las manos, los pies, los brazos o las piernas estando despierto, lo cual empeora durante períodos de estrés
Temblores
Marcha inestable
Pérdida de la coordinación
Músculos flojos, especialmente en reposo, y articulaciones que se mueven demasiado alrededor

Otros síntomas cerebrales y del sistema nervioso:
Son comunes la disminución de la inteligencia o las dificultades de aprendizaje, pero la inteligencia puede ser normal
Problemas del habla (disartria)
Problemas de audición o visión
Convulsiones
Dolor, sobre todo en adultos (puede ser difícil de manejar)
Síntomas digestivos y de la alimentación:
Dificultad para succionar o alimentarse en los bebés, o masticar y tragar en niños mayores y adultos
Problemas para deglutir (en todas las edades)
Vómitos o estreñimiento


Pruebas y exámenes
Un examen neurológico completo es crucial. En las personas mayores, evaluar la función cognitiva también es importante:
Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes:
Ø Exámenes de sangre
Ø Tomografía computarizada de la cabeza
Ø Electroencefalografía (EEG)
Ø Examen audiométrico
Ø Resonancia magnética de la cabeza
Ø Examen oftalmológico

Tratamiento
No hay ninguna cura para la parálisis cerebral. El objetivo del tratamiento es ayudar a la persona a ser lo más independiente posible.
El tratamiento requiere un abordaje en equipo, que incluye:
Un médico de atención primaria
Un odontólogo (se recomiendan los chequeos dentales más o menos cada 6 meses)
Un trabajador social
Enfermeras
Terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y logopedas
Otros especialistas, que incluyen un neurólogo, un médico especialista en rehabilitación, un neumólogo y un gastroenterólogo
El tratamiento se basa en los síntomas de la persona y en la necesidad de prevenir complicaciones.



Los cuidados personales y en el hogar abarcan:
Recibir alimento y nutrición suficientes
Mantener la casa segura
Llevar a cabo ejercicios recomendados por los médicos
Practicar el cuidado apropiado del intestino (ablandadores de heces, líquidos, fibra, laxantes, defecaciones regulares)
Proteger las articulaciones de lesión
Se recomienda llevar al niño a escuelas regulares, a menos que las discapacidades físicas o el desarrollo mental lo imposibiliten. La educación o adiestramiento especial puede ayudar.

Lo siguiente puede ayudar con la comunicación y el aprendizaje:
Gafas
Audífonos
Dispositivos ortopédicos para músculos y huesos
Ayudas para caminar
Sillas de ruedas
También pueden necesitarse fisioterapia, terapia ocupacional, ayuda ortopédica u otros tratamientos para ayudar con las actividades y el cuidado diarios.

Los medicamentos pueden abarcar:
Anticonvulsivos para prevenir o reducir la frecuencia de convulsiones (crisis epilépticas)
Toxina botulínica para ayudar con la espasticidad y el babeo
Relajantes musculares para reducir temblores y espasticidad
Se puede necesitar cirugía en algunos casos para:
Controlar el reflujo gastroesofágico
Cortar ciertos nervios de la médula espinal para ayudar con el dolor y la espasticidad
Colocar tubos de alimentación
Aliviar contracturas articulares

Grupos de apoyo
El estrés y el desgaste entre los padres y otros cuidadores de los pacientes con parálisis cerebral es común. Busque apoyo y más información en organizaciones que se especializan en la parálisis cerebral.

Expectativas (pronóstico)
La parálisis cerebral es un trastorno de por vida que puede requerir cuidado a largo plazo. El trastorno no afecta la expectativa de vida. La magnitud de la discapacidad varía.
Muchos adultos pueden vivir en la comunidad, ya sea independientemente o con niveles diferentes de ayuda.

Posibles complicaciones
Adelgazamiento de los huesos u osteoporosis
Oclusión intestinal
Dislocación de la cadera y artritis en la articulación de la cadera
Lesiones por caídas
Contracturas en las articulaciones
Neumonía causada por asfixia
Desnutrición
Disminución en las destrezas de comunicación (algunas veces)
Disminución en la capacidad intelectual (algunas veces)
Escoliosis
Crisis epiléptica o convulsiones (en aproximadamente la mitad de los pacientes)
Estigmatización social
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si se presentan síntomas de parálisis cerebral, especialmente si sabe que ocurrió una lesión durante el nacimiento o a comienzos de la lactancia.

Prevención
El hecho de recibir un cuidado prenatal adecuado puede reducir el riesgo de algunas causas poco frecuentes de parálisis cerebral. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no se puede prevenir la lesión que causa el trastorno.
Es posible que las mujeres embarazadas que presenten ciertas afecciones deban someterse a control en una clínica prenatal para casos de alto riesgo.

Nombres alternativos

Parálisis espástica; Parálisis de tipo espástico; Hemiplejía espástica; Diplejía espástica; Cuadriplejía espástica

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